Nadie sabe con certeza qué provocó la crisis, ni si estamos saliendo o viene algo peor.
Hay teorías y datos que confirman cualquier opción, pero lo que si queda claro, es que con el nivel de paro actual, sobre todo cebado en los jóvenes, y el ritmo de crecimiento actual y el esperado, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que estamos ante el robo de los sueños de una generación entera.
Sin esperanza, sin previsiones de un futuro mejor, sin ilusiones...
Algunos le llaman Generación NINI, ni estudian ni trabajan. Ante unas expectativas económicas como las actuales no es de extrañar el desánimo, aunque por supuesto no lo comparta ni creo que sea la actitud correcta.
Lo que hay que preguntarse más allá de lo obvio, es cómo afectará a la sociedad en su conjunto esta generación perdida. La falta de motivación, de formación, de especialización, de improductividad, de no cotización... ¿Cómo se sostendrá el modelo económico? ¿Quién mantendrá nuestras pensiones? ¿Cómo afectará a la natalidad?
Oscuros horizontes, me temo.
...Y aún hay muchos que sólo ven el problema de lo que pasa hoy, y en especular si ya salimos o aún estamos en la crisis.
Una sociedad sin sueños, no avanza.
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