martes, 22 de marzo de 2011

En dos palabras: In-sostenible

Ayer leí un artículo de un diario económico, que no puedo dejar pasar la oportunidad de comentar en este blog.

El titular, creo que ya lo dice todo por si mismo:
"El sector público ingresa lo mismo que en 2005 y gasta un 37% más"

Bien aunque queda bien claro, voy a explicarlo un poquito más:

Los datos económicos de 2010 respecto a los ingresos obtenidos por la Administración central, autonómica y local, así como la Seguridad social, han descendido en 50.000 millones de euros. Mientras que por el contrario, los gastos de estas mismas corporaciones han aumentado un 37% llegando a los 447.000 millones de euros.

Creo que la situación es clara... si disminuyen nuestros ingresos, pero aumentan los gastos, la situación es insostenible financieramente. Nadie, ni siquiera el sector público puede subsistir teniendo más gastos que ingresos.

Dos únicas posibles soluciones:

.- Aumentar los ingresos: vía aumento de impuestos.
.- Disminuir los gastos: vía reducción de prestaciones y servicios sociales, despido de personal público, aumento de la eficiencia productiva.

Vemos que como aumentar impuestos es impopular ante unas elecciones, y como reducir gastos es complicado y también impopular...las medidas que se han tomado son:

.- Aumentar sólo un 2% el IVA. (del 16 al 18%)
.- Reducir sólo un 5% sueldo de funcionarios y congelar las pensiones.
.- Endeudarse sine die en los mercados financieros internacionales, que es la solución que han tomado el Gobierno central, y las autonomías, parece ser. Eso implica pagar más intereses por nuestra ingente deuda, lastrando nuestra economía y la de nuestras generaciones posteriores, que se verán endeudadas por errores de sus antepasados.

Creo que la clave está en la cifra: se han incrementado un 37% los gastos. Con estas medidas, queda muy lejos poder recuperar ese 37%...y lo peor, instaurar en el imaginario colectivo que todo se va a solucionar con estas medidas, cuando matemáticamente se ve claramente que no es ni por asomo la solución.

Parece lógico pensar que si los ingresos son los mismos que en 2005, los sueldos deberían ser los mismos que entonces, el número de empleados públicos también, el precio de la vivienda también...

Conclusión (acudiendo a una expresión coloquial):
"¡no nos queda ná!"

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