martes, 31 de enero de 2012

Las dos Españas

Ha comenzado ya el juicio a Garzón que le juzga por prevaricación en el asunto de la investigación de los genocidios realizados por el franquismo en este país.

Escuchando la tele, leyendo los periódicos o escuchando la radio, se puede apreciar que las heridas en España no se han cerrado. Desde el 36 hubo dos bandos...y a día de hoy siguen existiendo.

Muchos ciudadanos pasan del asunto, unos pocos creen necesario que las heridas se cierren, y la única manera de cerrarlas es honrar a sus muertos, buscarlos y darlos sepultura, y muy pocos están actuando de forma activa para que todo esto se silencie. De momento, a mi modo de ver, los menos, van ganando la batalla. Sorprendentemente y ante el propio sentido común, han llevado al juez que intenta investigar los hechos ante el tribunal supremo, simplemente por querer investigar los genocidios ocurridos tras ganar el General Franco. Los genocidios revanchistas que intentaron masacrar a los contrarios al régimen. No en un acto de guerra, sino una vez ganada la guerra y ya instaurados en el poder, en actos de represión y persecución contra todo aquel del bando perdedor.

Vivimos en un país con dos Españas. La de izquierdas y la de derechas, los rojos y los fachas, los de la bandera española en polos, pegatinas, pulseras, hasta en cinturones y tirantes, frente a los que sólo quieren la bandera en los partidos de la selección española de fútbol.

Hasta que no se cierren las heridas históricas no será de otra forma. Y en un mundo global...es un tanto absurdo que un pequeño país esté subdividido todavía. Se busca zanjar una etapa oscura, triste y cruel, enterrar a los asesinados, pasar página. Y no entiendo cómo hay gente que prefiere que la impunidad persista. No se buscan culpables, todos están muertos, pero si se busca la verdad, la justicia, el reconocimiento...

No nos parece mal que un juez investigue y juzgue a dictadores de países latinoamericanos, entendemos guerras contra dictadores lejanos, aplaudimos las revueltas árabes, ...pero no aceptamos que se investiguen los asesinatos de un régimen autoritario en nuestro propio país. Y no sólo eso...sino que aquí se juzga al magistrado que quiere investigar la causa, que un grupo de afectados solicita ante la Audiencia Nacional.

Y a la mayoría de la población el asunto le resbala. Sólo unos pocos indignados salen a la calle en apoyo del juez, en apoyo de la Libertad y de la Justicia (en mayúsculas). Es triste ver como ha creado mayor revuelo mediático este asunto en el resto de países del mundo, que dentro de nuestro propio país. Y el daño que está haciendo este caso a la imagen de España como país democrático, ni que decir el daño a la justicia, que sigue viviendo en su burbuja alejada de la sociedad y de la realidad, ensimismada en la norma y los artículos, y no en la verdad y lo que es justo.

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