miércoles, 29 de septiembre de 2010

Relato de Huelga.

Esta mañana temprano, como todos los días procedí a desayunar cuando me encuentro que el café calentito y recién hecho no estaba preparado. "La chacha, está de huelga"- me informó mi esposa. "los niños no irán al cole hoy. Los maestros también hacen huelga", "así que yo no podré asistir a mi sesión de pedicura"-aseveró con tono resignado.
Bueno, no hay problema, en mi oficina tenemos cafetera y Rosi, seguro que diligentemente me traerá uno bien humeante.

"Evaristoooooo! estoy listo",
"vámonos a la oficina, que aquí no nos dan ni de desayunar"
"Evaristoooooo!"

"Me temo que el chofer también secunda la huelga cariño"- susurró de forma apocada mi esposa.

"¡¡cómo!!" "esto es intolerable...cómo coño voy a ir yo a mi despacho hoy"
"y todo por el rojo zapatero"

Enfadado y haciendo desmanes, me encaminé al garaje...mientras pensaba que coche coger (el BMW deportivo, ya que no tendría que ir incómodo detrás, o el Audi A8, que era mi coche oficial para ir a la empresa)

"El A8, que hace tiempo que no lo conduzco"
Durante el trayecto encontré más tráfico del habitual."Qué habrá pasado?"" si he seguido el mismo trayecto que con Evaristo?!" (Más tarde me enteraría que no se habrían cumplido los servicios mínimos en el transporte público)

Al llegar a la empresa, había un tumulto de gente, enarbolando banderas rojas, con pegatinas en el pecho y gritando consignas que los cristales blindados no me dejaban oír. Al grito de uno de ellos todo el grupo se volvió frente a mí y algunos huevos alcanzaron el parabrisas. En dos segundos estaba rodeado por una jauría de un centenar de energúmenos que golpeaban y zarandeaban mi otrora reluciente coche.


No se de dónde salieron, pero unos amables y forzudos hombres de azul, ataviados con porras y cascos, lograron hacerme un pasillo para que pudiese entrar en el parking.
"panda de hijos de puta, mira como me han dejado el coche. rojos de mierda", "menos mal que me he quedado con algunas caras. Mañana que ya no hay huelga, veremos quien ríe el último"- pensaba mientras subía en ascensor a la 5ª planta.

"Buenos días Rosi, hágame un favor, tráigame un café bien cargado que vaya mañanita llevo"
Rosi, con desgana, a sabiendas que si secundaba la huelga perdería su trabajo, y por su delicada situación personal, no podía permitirse contravenir la orden, aunque de buena gana le haría un corte de manga a su jefe. Acudió al office y preparó un cafetito en vaso corto y bien de espuma, como le gustaba al director general, no sin antes mostrar su desacuerdo y toda la rabia, echando un pequeño escupitajo en su interior.
Mientras se lo entregaba, blandía una falsa sonrisa, que se tornó verdadera cuando el director general se llevó el vaso a los labios para saborear aquel rico café.

"bueno, ¿qué tenemos hoy?"

"reunión a las 10,00 con el comité de riesgos", "a las 10:45 cita con el responsable del imagen corporativa"...." aunque lleva 15 minutos esperando en la sala el responsable de seguridad, que quiere tratar con usted el seguimiento de la huelga y los daños ocasionados por alguno trabajadores del piquete informativo"
El director general tornó su cara en cabreo y volvió a soltar un exabrupto "hijos de puta. rojos de mierda!" "que pase! pero rapidito". "por cierto esta tarde tengo partido de golf, llama al club a ver si también secundan la huelguita"- sentenció mientras miraba por el enorme ventanal de su despacho al centenar de abanderados que seguían vociferando contra el sistema y el banco que dirigía.

"cada día está peor valorado ser banquero en este país. Con todo lo que hemos hecho por ellos"

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