jueves, 16 de junio de 2011

Indignandose

Asistimos al esperpento mediático sobre el movimiento 15M. En un mes hemos ninguneado a un movimiento de masas, luego lo hemos ensalzado y ahora va tocando satanizarlo.
Entiendo que hemos pasado de simpatizar con sus protestas y reivindicaciones, a ver como poco a poco el movimiento inicial se desvirtuaba perpetuándose en una acampada sin fin, y vemos ahora como poco a poco se pasa a intentar satanizarlo convirtiendolo en un movimiento de antisistemas.

No creo que los ataques de ayer en el Parlamento de Catalunya a algunos diputados, realizados por algunos exaltados, sea motivo para satanizar a todo el movimiento de masas, que sinceramente creo tiene su valor y deberá crear cambios en la sociedad y en la política de este país.

También entiendo que algunos grupos, dentro del movimeinto, se cansen de tantas bonitas palabras e intenciones y quieran cambios reales en el corto plazo, justificando el increpar a los políticos, como parte del problema, sobre todo cuando lo que van a votar son políticas de recortes sociales y que sigan pagando la crisis quienes menos culpa tienen: pero aún así, no justifica en absoluto esa falta de respeto a las personas, a las instituciones y a la legalidad vigente.

Creo sinceramente que no hay que salirse de la línea que el movimiento 15M tuvo en sus inicios, protesta pacífica y civilizada, para conseguir los objetivos.

No apoyo ni justifico tales actos, pero tampoco permito que desde los medios y la clase política se intente simplificar y ningunear a todo el movimiento por los actos de cuatro exaltados.

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