viernes, 22 de enero de 2010

Haití


Al borde de la saturación de imágenes de debastación, pobreza, miseria, muerte, acinamiento e intereses encubiertos, me decido a escribir estas palabras sobre Haití.

Que es el país más pobre de occidente y del hemisferio norte ya lo tenemos claro. Que hasta antes del terremoto, el 80% de la población ni lo conocía, también lo tengo claro y tras el mismo, que los intereses internacionales existentes en la zona...es más que evidente.

Europa en su ingenuidad envía ayuda humanitaria, médica y moral. EEUU envía marines, helicópteros, portaviones y hummers.
...o hay algo que se nos escapa...o la debastación humanitaria...se la suda a los EEUU?!
La excusa del pillaje, de la seguridad de la propiedad privada y los bienes de los edificios derruidos...se está llevando a extremos absurdos.

Con tanto marine y unidades medicalizadas...las ayudas en comida se las van a pulir los voluntarios que han ido a ayudar.

Creo firmemente que a EEUU le viene de perlas hacerse con otro "estado asociado" en la zona, muy cerquita de Cuba y de Venezuela.

Lo peor...es que al final sea así, les será de gran ayuda a los Haitianos, un pueblo sometido a atrocidades, desde que Francia la colonizó. Dictadores varios, chupopteros amorales e inhumanos han sumido al país en lo que es, el más pauperrimo de occidente.

Comparten una isla maravillosa, un vergel, con República Dominicana, que aún siendo pobre, es infinitamente más próspera, democrática y razonable que Haití.
Aquí podemos ver una diferencia entre las conquistas de España y Francia, por muy mala fama que se le ha dado a España como colonizadora. Los recursos naturales debastados, sin instituciones ni gobierno, salvo para aprovecharse y putear al pueblo llano.

Aprovechando la ocasión, me gustaría se hiciesen públicas las cifras de ese país, y sobre todo en manos de quien ha estado el poder y el dinero. A cuanto ascienden las cuentas corrientes de sus dirigentes en suiza.

Mi experiencia personal con Haití, es unicamente anecdótica. El embajadorde haití cuando yo era pequeño vivía en la casa de al lado mio. Un embajador con unos cochazos expectaculares, que hacía fiestas con innumerables invitados y una ostentación abrumadora...mientras su pueblo se moría de hambre y era esquilmado.

Todo...bajo la mirada esquiva de la ONU.

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